viernes, 1 de marzo de 2019

Eduardo David Mansilla. Músico mercedino


“Si nos organizamos ensayamos todos”


Es la frase que más caracteriza a Eduardo David Mansilla, este músico mercedino que toca con 5 bandas a la vez •  Su primer instrumento fue la armónica de bolsillo que le prestaba su hermano •  Después siguió el violín con la Orquesta Escuela • Hasta que desemboca en su pasión: el rock, que lo llevó a tocar afuera del país y muy lejos de su barrio del alma: Almafuerte.

Por Agustín Castro
Su nombre completo es Eduardo David Mansilla. Le dicen “Edi”. En las redes sociales figura como Eddy Haydn. Eddy porque así le dicen sus amigos. Haydn porque así se llamaba una banda que tenía hace mucho tiempo. Fue una banda cuyo nombre le dio el bautismo en el facebook. “La gente piensa que es mi apellido”, dice y se ríe pensando en la lejanía de sus orígenes con la raza eslava.
Nació el 20 de agosto de 1992 en Mercedes. Creció en el barrio Almafuerte con 4 hermanos: Nahuel (17), que toca con él la batería, único hermano que salió músico; Marcos (22) y los dos hermanos más grandes: Matías y Juan (38). Sus padres son Eduardo Mansilla y Margarita Maldonado, con quienes hoy convive en el mismo barrio en que se crió. Siempre vivió ahí, “un lugar muy lindo para vivir el barrio”, recuerda mientras pide una lata de cerveza mexicana de 500 cm cúbicos de la marca “Sol”. Y continúa describiendo su barrio: “para vivir es re tranquilo. Vivo en la 109 y 16. Los pibes del barrio estamos todos ahí todavía. Jugábamos a las escondidas generalmente, a la mancha, juegos que se pueden jugar en la calle. A la pelota”.
Fue a la Escuela 1 en la primaria y en la secundaria al Colegio Nacional. Le iba bien en el colegio. Era un alumno de siete. “El que zafa”, se autodefine. Sin perjuicio de que le iba bien, el secundario lo termina de grande a causa de unos problemas de salud. Lo tuvieron que operar y perdió un año. Otro año fue embestido por un auto, causándole la pérdida de otro año de secundaria. Luego de la pérdida de dos años de secundario intentó volver y ya estaba más grande. Por lo cual abandona uno o dos años y terminó de completar la secundaria en la nocturna en la Escuela Media. Hace alrededor de 4 años: 2015.
Una vez terminada la escolaridad, pensó en estudiar música en Luján, en el Conservatorio de Música Popular. Pero se fue enredando con gente con la cual conversaba y hacía consciente que terminaba de estudiar ahí y seguía “volviéndote loco 8 años o más buscando horas en los colegios, yendo y viniendo, como docente. Y no sé si en realidad era lo que quería. Me gusta más ejercer la música, más que enseñar”, confiesa.

·         ¿Cómo arranca tu vínculo con la música?
·         Yo cuando era chiquito iba a tercer grado de la primaria y andaba con la armónica siempre. Era de mi hermano y la llevaba en el bolsillo. Tocaba temas de Memphis La Blusera, tocaba arriba. Cositas así.
·         ¿Después qué instrumento te atrajo?
·         Después de eso, empecé a tocar el violín. Ya tenía como 12 años. Era chico y había empezado a ir a la Orquesta Escuela de Manuel Maturo. Ese fue mi primer encuentro de verdad con la música. Hoy tengo un conocimiento básico del violín. Pero en la Orquesta Escuela aprendí a leer música. Y un montón de cosas. Entre ellas, a componer. Me sirven hasta hoy. Las partituras.
Posteriormente a su paso por la Orquesta Escuela conoció un compañero en 8° año de la primaria que tocaba la guitarra eléctrica. Simón Dufourquet ahora vive en México. En ese momento compartían mucho la escucha del rock nacional y ahí se metió de lleno en el rock. Tal es así que para su cumpleaños le pidió a su madre que le regale un bajo eléctrico. “Mi vieja siempre muy copada me regaló un bajo que todavía tengo. Lo tengo en la pared porque con el tiempo se rompió. No sirve más pero esta ahí como mi primer instrumento roquero. Con ese bajo me metí en la movida del rock”, recuerda.
·         ¿Con qué banda arrancaste?
·         Con Haydn. Teníamos esa. Nunca salimos a tocar, ni nada. Pero ensayamos un par de veces. Son cosas que aprendemos a armar pero nunca se forma del todo. Estaba Simón Dufourquet, Juancho Antes, que sigue tocando conmigo en el Tributo a V8 y en Placer. Y no me acuerdo más quién estaba. Un par de pibes que no conozco. Estuve un tiempo con el bajo.
·         ¿La primera presentación en vivo?
·         La primera vez que toqué en vivo fue tocando la batería. Aprendí sólo en casa a tocar. Más que nada yendo a recitales y observando cómo tocaban los bateros. Creo que mirando se aprende un montón. Y en esa época iba y venía a recitales y me re cabía. Ángel Traidor se llamaba la banda. Arranqué a tocar la bata y 4 meses después estaba tocando en el Parque, en el escenario. Me quedé con eso. Con Ángel Traidor hacíamos metal clásico. Estaba Charly Castillo en guitarra, Juancho tocaba el bajo y yo la batería. Chachi Desima cantaba. Esto fue en el año 2010, ponele. Duró un montón el proyecto. Yo estuve del 2010 al 2014 fácil. Después la banda siguió sin mí.
·         ¿Qué pasó después de Ángel Traidor?
·         Bueno, yo tenía una banda paralela a Ángel Traidor en la que tocaba la guitarra. La banda se llama Wolf Blood (Sangre de Lobo). Tocábamos punk. Cuando se separa esta banda, con los chicos de la secundaria armamos Plash, que ahora se llama Plasher. Tiene 8 o 9 años el proyecto. Hacemos punk medio metal y grunge. Y ya tocando la bata quedé asentado en eso. Aunque tengo una banda en la que toco el bajo, que se llama Perro Lunar.
·         ¿Cuántas bandas tenes hoy?
·         Cinco: estoy en Demencia, Fuster (con Hernán Barletta y Matt Díaz Velasco, con quienes tocaron en Chile durante 3 años), Plasher, Perro Lunar y un Tributo a V8.
·         ¿Cómo haces para que no te coincidan fechas y ensayos?
·         De lunes a viernes ensayo y los sábados toco. El domingo descanso (ríe). Si nos organizamos ensayamos todos.
·         ¿Grabaron algo?
·         Tengo grabaciones hechas en casa con un aplaca de sonido. Tengo un EP de punk. Todo guardado. Algún día lo voy a sacar. Con los Plasher estamos grabando nuestro primer disco en Estudios Del Parral, en Capital. Ese va a estar bueno porque ahí graba Dos Minutos y altas bandas. Hace tantos años que tocamos que si vamos a sacar algo vamos a sacar algo polenta. También ya terminé de grabar con Demencia (Javi Mosca en bajo, Ezequiel Becerra en guitarra y voz)
Pa´delante
Eddy no tiene hijos. Estaba trabajando en un almacén que tenía. La inflación y el aumento de tarifas no lo pudo mantener. Tuvo que cerrar un almacén que atendía a la vuelta de su casa, en la intersección de las calles 16 y 107. Le vinieron dos meses de 6000 pesos de luz y le fue imposible mantenerlo. “Es un garrón porque lo habíamos montado re de abajo y esos dos o tres últimos meses me mataron. Por ahora estoy viendo qué hago. Ahora no tengo laburo.
·         ¿Cuáles son tus proyectos?
·         Y ahora quiero abrir algún comercio que no tenga nada que ver con heladeras y todo eso para que no me coma la luz. Pero estoy investigando todavía. Un bar no porque en el barrio no te dura ni dos semanas (ríe, sin perder el sentido del humor a pesar de su desgracia) imposible. Te consumen todo. Y con la música puedo llegar a dar clases pero conozco gente que enseña y por ahí cobran bastante y no sé si a mí me da para cobrar.
·         ¿No te tirarás muy abajo?
·         No. No es por eso. Es medio raro todo. Toda esa movida de ponerle un precio a lo que vos sabes.
·         Pero algunos viven de eso…
·         Sí. Pero yo no sé si dar clases porque aprendí sólo en mi casa. A mí no me enseño nadie. No tengo técnica. Si se leer partituras y todo eso. Pero lo que es el nivel técnico en batería y postura y todas esas cosas.
·         ¿No podrías enseñar con método propio?
·         Sí qué se yo. Me gusta transmitir el conocimiento. Es más siempre que hay músicos nuevos me gusta incentivarlos. Cuando hay bandas nuevas me gusta invitarlos a fechas.
Es un muchacho con rastas, una gran simpatía, cuyo caminar apaciguado contrasta con la cantidad de compromisos que le llevan tocar en cinco bandas a la vez. Se confiesa anti deporte, aunque le gusta mucho andar en bicicleta con los infaltables auriculares con Hermética sonando al palo. O algo heavy. “En realidad me gusta todo lo que tenga que ver con el rock nacional: Los Redondos, Kapanga, la banda que más fui a ver en vivo, son re divertidos,  y otros”, desliza.
 
 
Nota extraída del Semanario Nuevo Cronista de fecha 26 de febrero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario