La música asociada a la PC, con el "Flaco" Cirillo
Su idea es facilitar, mediante clases, que cualquier músico que tenga a mano una computadora la pueda utilizar como una herramienta. Y lo explica. Además, en esta nota, un repaso por su trayectoria e intereses musicales.
El músico mercedino Sebastián Cirillo, el “Flaco” para quienes lo
conocen y no tanto, además de talentoso y creativo es una persona dispuesta a
ofrecer sus conocimientos y por eso comenzó a dar clases, que se encuentra
promocionando. Aunque, reconoce, “la gente no tiene mucha idea de qué se trata
la cosa, cuando ven música asociada a computadora piensan automáticamente que
va de música electrónica onda DJ, y en realidad lo que yo estoy enseñando son
herramientas básicas con las que puede trabajar un compositor de música
clásica, o un rockero, un cantante pop o un violero. Son herramientas de
producción musical, la idea es facilitar que cualquier músico que tenga a mano
una computadora, la pueda utilizar como una herramienta que es, y no solo para
bajar mp3”, tal cual aclara en un principio.
En lo que hace a la técnica, para los que tienen estudios hogareños o
comerciales, también ayuda a optimizar esos sistemas y profundizo más en lo que
es grabación y técnicas de mezcla, entre otros puntos. “En capital lo vengo
haciendo hace 2 años, con músicos, técnicos de grabación y dueños de estudios y
funcionó bárbaro”, explica Cirillo.
Su vinculación con la música electrónica es una pasión que viene de
antes de ser músico. “Viene de cuando no había mp3 y uno revisaba las bateas de
la disquería de Quique Fauri a ver qué se podía rescatar, hubo un periodo en el
que arrasé con todos los vinilos de Jarre, Vangelis, Mike Oldfield, Yes, Yoko
Ono, Emerson Lake & Palmer... Compraba todo lo que quedaba descartado por
el público. Siempre fui un apasionado de la música y siempre me acerqué desde
ese lugar de la curiosidad, siempre me atraparon más los sonidos que las
ejecuciones virtuosas. Hoy como músico me sigue apasionando eso y me parece
extraño que a muchos músicos no les interese, ya que es la materia prima con la
que trabajamos. ¿Cómo un músico sabe poco y nada de la naturaleza del sonido,
de la física del sonido? A mí me gustaba investigar y los discos de música
electrónica más experimental eran ideales para eso, pero siempre, hasta cuando
fui guitarrista de una banda hardcore, mi interés estaba principalmente en cómo
sonaban las cosas, y tenía una pedalera de efectos de media cuadra. Buscaba que
el sonido sea siempre particular, novedoso”, comenta. Y recuerda: “En general
siempre que me invitaban a tocar también era para que aporte eso, nunca me
invitaron a tocar un solo de Van Hallen, siempre era para hacer unos ruidos
locos, un clima de efectos o alguna otra rareza... después estudié, un montón
de música, hice la carrera de grabación y producción musical y trabajando me di
cuenta de que era medio un obsesivo del control, generalmente era el que podía
quedarse programando sintetizadores hasta las 4 para encontrar un sonido
determinado o lidiando con un secuenciador o un sampler para que hicieran lo
que yo quería, y de alguna manera disfrutaba de eso. Me di cuenta que ese era
mi fuerte y lo que más me gustaba hacer, por más que yo siempre me consideré un
guitarrista, mi segunda guitarra es el sintetizador, un instrumento fascinante,
si te ponés a pensar que podés alterar dramáticamente el timbre del sonido
mientras ejecutás una misma nota. Grabé varios discos, como ingeniero o como
asistente, pero hubo muchísimos en los que sólo me ocupé de poner a funcionar
las máquinas, toda la programación. Y la música electrónica me permite ese
control que me obsesiona, que si liderara una gran banda sería más complicado”.
En su último disco, llamado “El borde de la singularidad”, Cirillo grabó
temas donde tocó nota por nota todo lo que suena y en otros sólo se limitó a
conectar las cosas de maneras extrañas y grabar lo que salía de ahí. El “Flaco”
hace 4 meses que vive otra vez en Mercedes y afirma que no puede, por eso,
opinar mucho sobre la escena local: “Sé que hay más de 30 bandas pero todavía
no fui a ningún festival de rock. Toqué en el último disco de Champtra, ellos
son mis favoritos. Me gusta mucho esa banda y la fuerza que tienen. Siempre me
gustó el rock de Mercedes, sobre todo estos últimos tiempos, cuando los chicos
empezaron a preocuparse por tocar bien, por sonar lindo, por hacer buenos
temas, estudiar, es muy loco cómo cada lugar tiene su sonido. La zona oeste es
muy rockera, mucho blues, rocanroll y metal, a diferencia de otros lugares, y
acá en Mercedes siempre hubo una estética muy americana, hay muchas bandas de
riff de viola. Yo siempre me sentí al margen porque siempre me gustaron más los
ingleses, los franceses y los alemanes: Bowie, Brian Eno y Kraftwerk... Nunca
me gustó la onda tan técnica de las bandas americanas, pero acá eso gusta
mucho”, cuenta.
Volviendo a dar más datos sobre las clases que dicta, indicó que son a
domicilio o en su estudio, depende del caso. “No se necesita ni mucho
conocimiento ni mucho equipo, con tener un computadora basta, ya que esta
orientado a ‘la música y las computadoras’ pero no se detiene en la música
electrónica sino a la producción de cualquier estilo musical utilizando la
computadora como herramienta. Entonces puede estar el músico intuitivo que
quiere plasmar sus composiciones para oír cómo suenan, o el músico que trabaja de
eso, y tiene su home-studio, y quiere profundizar en las técnicas de producción
más modernas. Yo además de trabajar como técnico de grabación y productor, en
un momento lo hice para una gente que vendía equipos para estudios: normalmente
me mandaban a darle soporte técnico a los clientes pero ahí me di cuenta que lo
que le faltaba a muchos músicos y dueños de estudios era entender
conceptualmente cómo funcionaban sus herramientas. Les habían enseñado para qué
era tal perilla o cómo funcionaba un programa determinado, pero cuando le
cambiabas algo se mareaban, así fue que armé estos cursos y empecé a tener
alumnos. La idea es profundizar sobre el concepto de fondo, no sólo aprender
que hace este botón o este otro sino profundizar en las técnicas y en los principios
de funcionamiento, desde un micrófono y un compresor hasta un sampler virtual o
un sintetizador analógico”, explica.
Las clases duran alrededor de 2 horas porque, cuenta, “en una hora no
alcanzás a ver mucho”, y se realizan o en el estudio del alumno si lo tiene o
en el estudio de Cirillo para ver cosas puntuales: “Con la gente que es nueva
siempre arranco en mi estudio, para que vean cuáles son todas las posibilidades
y luego cuando tenemos un rumbo definido y el alumno se empieza a armar algo propio
pasamos a trabajar sobre su setup”, completa.
Junto a Luis Garagnani, bajista de Champtra, una
banda a la que suele acompañar