"La música es la terapia emocional según la situación que uno está viviendo"
Es el guitarrista de Passajeros, una banda intermedia entre
Don Vicente y Alud. Están ensayando el disco que grabaron para salir a andar
las calles de la, ciudad con su música. Además, lo invitaron para ser parte del
tributo a uno de sus máximos ídolos musicales: Gustavo Cerati. Pero esta vez
con el bajo, nueva exploración musical.
En un edificio de una de las esquinas de la plaza del hospital
se encuentra la casa, el templo, la cofradía donde habita este ser que destila
música. Escaleras arriba, se abre una puerta y lo primero que se ve es una
cdteca, término que acabo de inventar, y una mesa dentro de una cocina-living
súper ordenada, contradiciendo el mito del desorden caótico en que vive un
músico. Sobre la mesa, un bajo Fender dentro de una funda interiormente forrada
con peluche para acariciar ese instrumento propiedad de Mateo Porcar, otro
músico mercedino, hermano de Marcos, otro músico rnercedino, con quien el Pollo
está haciendo un tributo nada menos que a uno de sus mayores ídolos musicales:
Gustavo Cerati. SI, ídolo. Porque la idolatría y la pasión aún subsisten en el
siglo XXI. Y el Polio lo revela en esta nota. Mate de por medio, el Pollo me
cuenta que nació el 28 de julio de hace 39 años atrás (1977) en esta ciudad. La
nota se llevó a cabo el día anterior a su cumpleaños. Vivió en el barrio de la
calle 1 entre 26 y 28, cerca del Club Unión durante toda su etapa escolar. En
aquella época, de niño, solía Jugar a la bolita, a las figuritas, al fútbol,
deporte que lo siguió hasta la adolescencia, pasando por varios clubes y
dejando su impronta en la pelota en el Club Quilmes, en Unión y no se acuerda
si jugó en Mercedes, porque su vida pasaba por otro lado. "Después terminé
dejando. Odiaba ira practicar. No me gustaba", confiesa. Facundo Escudero
es hijo de Francisco, apodado Titi, "anda por todos lados", lo
define. Y aclara que no tiene ningún ancestro músico. Que él conozca, por
supuesto. Y enseguida evoca a su madre, Noelia Milocco, que había empezado
piano un día, "pero nunca..." Tiene un hermano también. Es más chico
que él y cree que es del '79. Se llama Lucas y vive en Puerto Marilyn "y
lo veo muy de vez en cuando. Una vez por año, con suerte'. Tiene tres hijas:
Abril (17), Alma (15) y Julia (10). Casado y divorciado por partida doble,
quiere obviar el tema. La escolaridad estuvo afectada al Colegio San Patricio
en la primaria, donde conoció a Darío Lescano. La secundaria la pasó en
Nacional, donde conoció a Maxi Elizondo. En medio de su adolescencia sale el
disco Doble Vida de Soda Stereo. Con ese trabajo de esta banda nacional, el
Pollo los empieza a apreciar por el año 88, a través de un vecino. le gustó
tanto que se lo termina comprando. En el '90 sale Canción Animal y no duda en
comprárselo. "No conocía a nadie que le gustara Soda. Está bien, yo era
pendejo y no era como un pendejo de ahora que está en la plaza a los 10 años. Antes
era el barrio y nada más. No se salía del barrio", recuerda. Tanto
Elizondo como Lescano fueron dos personas importantes en la vida de este músico
porque fueron las dos con las que formo su primera banda en el '92. Tenían 15
años. D-Zero fue el nombre que bautizó a este trío humano que ya frecuentaba
los primeros acordes musicales. Su primer recital fue en la Plaza San Luis.
Tocaron bastante con D-Zero. En el "92 y "93 fue un trío, donde el
Pollo cantaba y tocaba la guitarra, Maxi Elizondo en bajo y Darío Lescano en
Batería. Pero el sueño adolescente se termina una vez que el Pollo se tiene que
ir a estudiara Buenos Aires. Se empezó a meter el Flaco Cirillo a cantar. Y el
Pollo queda sólo como violero hasta que desaparece de escena. Entra el Pata
Simonet. También pasó "Yordi" (ex Gervasios). Así siguió D-Zero hasta
el "95 en que finalmente se separa. El Pollo se va a Buenos Aires a
estudiar diseño gráfico. Pero se calificó como un vago. Porque duró lo que
tarda el cbc de la carrera. Habló con su viejo para volverse a Mercedes porque
no tenía muchas ganas. Le propuso un trato: "me vuelvo, no les hago gastar
más guita por ahí, me traigo el amplificador, me compran el ampli y la
pedalera. Entonces me compraron esas dos cosas y me vine de Buenos Aires".
En su vuelta a Mercedes tuvo que empezar a trabajar. Laburó en DuPont alrededor
de 20 años. Hasta que cerró. Mientras trabajaba en la multinacional
estadounidense que dejó en la calle a varios mercedinos, armó Don Vicente, la
banda que, de alguna manera, identifica al célebre Pollo que camina por la
ciudad. "Fue la banda que más duró. Es con la que más ruido hicimos,
viste? Tocamos por todos lados", rememora. Además de seria marca de un
paquete de fideos y el nombre de una despensa mercedina, fue una de las bandas
de rock local que más cautivó a la ciudad. Fue una banda que salió de adentro
del Pollo. Maxi Pascual (balero de Crackerbox) vivía casa por medio con él, que
sabía que tocaba la bata. Y la abstinencia musical del Pollo hizo que le tocara
el timbre. Fue a buscarlo a Luis Garegnani también. Fue entrando y saliendo
gente de Don Vicente hasta que terminó de armar todo. Con Don Vicente, el Pollo
pudo graba dos discos: La Luz e Implosión, el cual va a tener la suerte de
reeditar. 'Vamos a hacer una reedición porque nunca lo sacamos. Nos terminamos
separando en el 2006 y teníamos un montón de temas. Así que los grabamos y los
dejamos ahí".
¿Puedo preguntar por qué se separaron? -Sí, teníamos bastante público. Tocamos en
Capital. En ese momento era toda una movida irse, salir y toda la bola. Y sin
embargo, anduvimos bastante bien. Tocamos con Carajo, tocamos con Cabezones.
Hicimos una movida importante. Nos terminamos separando por una pavada. Porque
Matías Calzetta (la voz) se hizo testigo de Jehová, era el 90 %de la banda.
Aparte lo que era él en el escenario. Era todo, Quisimos seguir un poquito.
Había ido Mauro Lagiard a cantar. Pero pobre Mauro. Le pedíamos lo que hacía
Matías y no daba. Así que desistimos de la idea. Sí quedamos grabando los temas
que habíamos hecho pero... , O sea que
Don Vicente terminó para siempre. No hay una segunda vuelta... Y...salvo que al loco este le cambie el
mambo.
¿No lo dejan hacer nada? - No lo dejan hacer nada. Lamentablemente.
Pero era otro pibe y de golpe y porrazo me cayó con esto y ahí se terminó.
El Pollo era el guitarrista de Don Vicente y el compositor
de los temas. Letra y música. Casi todos los temas de los dos discos que sacó
los hacía él con una impronta de Soda y una mezcla medio salvaje de sonidos. El
final de la etapa de Don Vicente dio comienzo a una nueva: Passajeros. Un fin
de semana tocaron en el Talía y grabaron un disco. Esta Fito Gonzalez(ex Tres Dientes). Mariano Rinaldi
(Pato) y Darío Lescano. En el 2008 se creó esta banda que duró 4 años. En 2011
grabaron un disco. Mucho tiempo de composición musical y mucho hincapié en la
grabación del disco más que salir a tocar, cuando terminaron de grabar estaban
cansados de grabar y tocar los mismos temas. Y se terminó la banda. El fin de
Passajeros dio lugar al inicio de Alud. Con Darío Lescano se juntaban a zapar
un par de temas que tenía guardado el Pollo. Lo convocan a Manuel Enríquez (que
había toca-do con ellos en Don Vicente) que vivía muy lejos de la sala de
ensayo. Hoy no sabe si está separado Alud. Dejaron de tocar. Sin embargo, hay
una vuelta de Passajeros. Están ensayando el disco para hacer una presentación
después de 5 años de abstinencia musical. "Hay un mantón de temas que
hicimos con Fito. Pero estamos recordando el disco. Mi idea es salir a tocar
con Passajeros. Alud quedó stand by", declara el Pollo. Hoy está Invitado
a ser el bajo del famoso Tributo a Cerati que está viajando por la ciudad. Lo
invitó Marcos Porcar. Y para él constituye un honor hacerle un tributo a nada
más ni nada que a su mentor musical y referente. En el '88 se compró el primer cassette,
que todavía guarda, y hoy está tocando sus temas. "En realidad, escucho
tanta música que es difícil no hacer un tema parecido o con influencias de tal.
Salen solos. Después uno en banda lo va plasmando. Pero inevitablemente, lo que
uno escucha se te mete adentro y después sale. El mismo Gustavo decía que las
influencias era lo que le despertaba el amor por la música. Todo lo que uno
escucha es lo que te da pie a hacer algo a vos. Entonces si escuche a Cerati
toda mi vida, por más que no quiera, es imposible eludirlo", define y
recorta su visión acerca de la música en general: "es la terapia emocional
según la situación que uno está viviendo. Me acompañó siempre desde lo
emocional. O bastón donde todo el mundo se apoya que trata de disfrutar, de
levantarse cuando uno se cae. De poder descargar cuando uno tiene la suerte de
poder escupir alguna canción. Compañera en la canción desde siempre. Es-pero
que siga para siempre", desea.
Los proyectos del Possho
En principio, salir a tocar con
Passajeros. Meterle pleno a eso. Y encarar el nuevo instrumento: el bajo. Si
bien es guitarrista, el bajo lo sedujo a la hora de encarar temas en honor a su
maestro y mentor, Gustavo Cerati. "Siempre fue una idea que tuve. Armar
una banda tributo. Y por h o por b, de pedo que podíamos tener una banda, se
complicaba. Y me llamaron de esto que ya estaba armado y sí. Me metí.",
aclara. • ¿ y empezaste a aprender en forma autodidacta o te ayudó algún
bajista? -Sí. Si me ve un bajista, por
ahí, me quiere pegar un tiro en la nuca, pero...medianamente pasar de la viola
al bajo no es tan complicado. Tener que tener la rítmica. Más concentrado
porque el bajo te delata. Por ahí en la viola no se nota tanto. El bajo es más
preciso. El tributo a Cerati lo integra con Marcos Porcar (viola), Esteban
Bojorge (bata) y Rodrigo Acttis. Tocaron en Farrock, en Hestia y en El
Triángulo, durante tres fines de semana seguidos. "Una guasada",
comenta el Pollo y agrega: "ahora vamos a ver si paramos hasta septiembre.
Y ver si metemos temas de Soda."
Nada de Conservatorio
El Pollo se ríe de sí mismo al confesar que tiene cero
técnicas en lo musical. “Nada de Conservatorio. He tocado con Fito, que él por
ahí es un poco más de Conservatorio. Entiende más de música. Patito Rinaldi
también. Generalmente, somos medios guarros y encaramos. No reniega de
estudiar porque es fundamental. Te abre
un abanico de recursos y salidas que si las tuviese las podría aprovechar pero
tratamos de canalizar el sentimiento. En Don Vicente quedábamos con cuello ortopédico de mover las cabezas. Y a partir
de eso generar algo. Y a la gente le llega. Nunca pudimos plasmar lo que fueron
esos 4 o 5 años en vivo de Don Vicente en un disco. En vivo era otra
cosa".